Todos los metales que podamos llevar en nuestro cuerpo, hasta los más pequeños e insignificantes, distorsionan las líneas de fuerza del campo magnético (B0) del imán de un aparato de TRM y provocan la aparición de manchas oscuras en las imágenes. Se conocen con el nombre de artefactos por susceptibilidad magnética. La sensibilidad de estos aparatos es tal que, en ocasiones, surgen problemas con los pacientes, cuando se les pregunta si llevan algún objeto metálico en el interior de su cuerpo, entendiendo como tal: prótesis, suturas metálicas, perdigones, restos de metralla, etc. Algunos lo niegan, bien porque no se acuerdan, o no saben que en aquella intervención de la vesícula que le practicaron hace diez años, los cirujanos utilizaron suturas metálicas. A veces se marchan molestos cuando se les dice que no se puede realizar la exploración, dolidos porque piensan que dudamos de la veracidad de lo que nos cuentan.
Los artefactos son más grandes cuando están producidos por metales ferromagnéticos (hierro, cobalto y níquel), como en el caso que mostramos. En cambio, los que no son ferromagnéticos, como el titanio utilizado en las prótesis osteoarticulares producen unos artefactos de menor tamaño que no impiden realizar el examen.
Las siguientes imágenes son de escasa calidad porque corresponden al localizador preliminar realizado para una exploración de TRM de la columna lumbosacra. Ya en ellas se observó una extensa sombra oscura, en todas las proyecciones (Figuras 1, 2 y 3) que hizo sospechar al Técnico que el paciente llevaba algún objeto metálico dentro de su cuerpo, circunstancia que no había reflejado en la hoja informativa.
FIGURA 1) En la imagen del abdomen, contemplada desde una perspectiva coronal, se observa un extenso artefacto oscuro (delimitado por un trazo blanco) que borra las estructuras del flanco derecho.
FIGURA 2) En esta segunda imagen axial, la sombra que borra todo el hemiabdomen derecho, es muy amplia.
FIGURA 3) Tercera imagen en proyección lateral. El artefacto oscuro se extiende por todo el abdomen.
FIGURA 4) Como el paciente era una persona mayor y no se acordaba de que llevase nada metálico optamos por realizar una radiografía de abdomen. La sorpresa fue mayúscula al comprobar que una chincheta metálica pudiera haber producido un artefacto de tal magnitud. No había duda, el pequeño objeto metálico ferromagnético que se había tragado el paciente, sin querer, (flecha) era el responsable del gran artefacto que había aparecido en las imágenes, de TRM. Por este motivo, la exploración tuvo que suspenderse.
De (POR LOS SENDEROS DE LA RESONANCIA MAGNÉTICA)
Servicio de Radiodiagnóstico (Neurorradiología) Hospital Universitario Miguel Servet. (HUMS) Zaragoza.Spaiñ
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