Los artefactos que aparecen en algunas imágenes de Tomografía por Resonancia Magnética (TRM) nos siguen sorprendiendo continuamente. La boca, con la gran cantidad de implantes dentales que se utilizan hoy en día, es una de las regiones anatómicas que más artefactos genera en las exploraciones de TRM craneoencefálicas y la que más confusiones provoca entre los Técnicos y Radiólogos. La Odontología es una especialidad muy innovadora en cuanto al uso de nuevas prótesis y materiales, por ese motivo los artefactos inducidos por la gran variedad de implantes que utilizan son muy variados en su forma y aspecto y, las más de las veces, desconcertantes.
Así, cuando aparece una sombra oscura en una imagen de TRM, rápidamente la identificamos como producida por algún dispositivo metálico que lleva esa persona en su cuerpo pero, en otras ocasiones, el hallazgo contemplado produce desconcierto porque simula un proceso patológico. Hay que tener en cuenta que los artefactos más sorprendentes aparecen en las imágenes obtenidas con secuencias de Eco de Gradiente T2* y son menos habituales en las de Espín Eco.
En las siguientes, presentamos un caso demostrativo de dístorsión anatómica ocurrida en una persona joven a la que se le practicó una ARM de rutina, para descartar la existencia de alguna malformación vascular hereditaria. La sorpresa, ante las imágenes que iban apareciendo en la pantalla del monitor, fue mayúscula (Figura 1), porque dicha persona disfrutaba de una salud excelente y lo que estaban viendo nuestros ojos hacía presuponer lo peor para ella.
En las siguientes, presentamos un caso demostrativo de dístorsión anatómica ocurrida en una persona joven a la que se le practicó una ARM de rutina, para descartar la existencia de alguna malformación vascular hereditaria. La sorpresa, ante las imágenes que iban apareciendo en la pantalla del monitor, fue mayúscula (Figura 1), porque dicha persona disfrutaba de una salud excelente y lo que estaban viendo nuestros ojos hacía presuponer lo peor para ella.
FIGURA 1) Esto fue lo primero que nos encontramos. En la imagen angiográfica, de Eco de Gradiente de los vasos del polígono de Willis, había desaparecido la arteria cerebral media izquierda. ¿Oclusión? ¿Trombosis aguda? El hallazgo hacía presagiar una lesión grave y, sin embargo, la paciente se encontraba bien ¿.....? (Signa Excite 1´5T GE).
FIGURA 2) En una imagen más caudal también había desaparecido la porción intracavernosa de la carotida interna izquierda.
FIGURA 3) Y en esta otra, tampoco se observaba el trayecto de la carotida interna izquierda en el canal carotídeo. Cualquiera habría pensado que la obstrucción se había producido en la carótida interna.
FIGURA 4) Pero sorprendentemente en esta imagen, FSE-DP, se apreciaban perfectamente las dos ramas principales de las arterias cerebrales medias, especialmente la izquierda que había desaparecido en las imágenes angiográficas de Eco de Gradiente.
FIGURA 5) En esta imagen, conseguida con una secuencia FRFSE-T2, ya se apreciaba un artefacto oscuro de susceptibilidad magnética, que despertó nuestras sospechas.
FIGURA 6) GR-T2*. Artefacto de susceptibilidad magnética que borraba las estructuras anatómicas de la base del craneo.
FIGURA 7) Pequeños empastes de titanio, muy densos, responsable de la desaparición de la arteria cerebral media izquierda, en las imágenes de Angiorresonancia Magnética (ARM). El fenómeno tan sorprendente quedaba desvelado.
FIGURA 8) Los pequeños implantes de titanio que se aprecian en la radiografía digital de cráneo, son capaces también de distorsionar la anatomía de la mandíbula inferior, produciendo el típico artefacto curvilíneo. FSE-T1.
BIBLIOGRAFÍA:
Servicio de Radiodiagnóstico (Neurorradiología).Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) Zaragoza.Spaiñ.
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