En contra de lo que pudiera parecer, la aureola periencefálica que se observa en las imágenes potenciadas en Difusión Isotrópica (DWI) no es exclusiva de las neoplasias que afectan a la médula esponjosa del díploe craneal. Hay otras situaciones, normales o reactivas, que se caracterizan por la presencia de un halo periencefálico. Por ejemplo en el Síndrome de Hipotensión Intracraneal la duramadre aumenta de grosor (Figura 1) y este aumento se traduce en una aureola que rodea al parenquima encefálico en las imágenes de Difusión.
En las siguientes imágenes mostramos un caso de aureola periencefálica asociada a hipotensión intracraneal postquirúrgica y desvelamos los signos diferenciales de esta entidad, muy habitual, con la aureola neoplásica.
En las siguientes imágenes mostramos un caso de aureola periencefálica asociada a hipotensión intracraneal postquirúrgica y desvelamos los signos diferenciales de esta entidad, muy habitual, con la aureola neoplásica.
FIGURA 1) Representación pictórica de la capa vascular de la duramadre, engrosada después de una intervención quirúrgica intracraneal.
La aureola característica de la hipotensión intracraneal, producida por disminución de la cantidad de líquido cefalorraquídeo en el espacio subaracnoideo está íntimamente ligada al aumento de grosor de la duramadre. La duramadre o paquimeninge es una membrana que se adhiere firmemente al periostio de la tabla interna del cráneo. En ella se distinguen una capa externa de tejido conjuntivo fibroso y otra interna muy vascularizada (Figura 2).
El síndrome de hipotensión intracraneal es un cuadro clínico que se caracteriza por cefalea intensa ortostática (cuando se ponen de pie) y mareos. Es debido a la pérdida de LCR, por un desgarro del saco dural, espontáneo, después de una punción lumbar o por una intervención quirúrgica craneal. Cursa con hipotensión de LCR. Para intentar paliar este problema el organismo reacciona provocando una dilatación de los vasos que forman la capa vascularizada de la duramadre. Ésta se distiende, por la hipopresión intracraneal que ha provocado la pérdida de líquido, (Figura 2) e intenta disminuir, con la presión que ejercen los vasos dilatados sobre la aracnoides, el espacio subaracnoideo para que el encéfalo quede sujeto dentro de la cavidad craneal.
FIGURA 2) Representación pictórica de las dos capas de la duramadre adheridas al periostio del cráneo. Normal a la derecha y aumentada de grosor en la izquierda.
FIGURA 3) En condiciones normales la duramadre no se suele apreciar en las imágenes de TC o TRM. En éstas últimas, es posible verla. como una fina lámina, que se realza con contraste Gd (flechas).
FIGURA 4) En cambio en el sindrome de hipotensión licuorral se observa un realce intenso de la capa vascularizada de la paquimeninge, en las imágenes potenciadas en T1 con Gadolinio (asteriscos). Paciente intervenido quirúrgicamente de un astrocitoma cerebeloso.
FIGURA 5) La capa vascularizada de la paquimeninge se introduce por la cisura interhemisférica tapizando la hoz del cerebro (asteriscos).
FIGURA 7) Realce postcontraste de la capa vascularizada de la paquimeninge. (Hipotensión licuorral).
FIGURA 8) El primer signo diferencial que encontramos en la aureola de la hipotensión es que en las imágenes potenciadas en Difusión no se visualiza el hueso de la apófisis basilar del occipital, como sucede en la infiltración neoplásica.
FIGURA 9) Si nos fijamos con detalle, la aureola es más delgada y aparece pegada al parénquima encefálico.
FIGURA 10) Detalle de la paquimeninge engrosada que produce la aureola típica de la hipotensión licuorral.
FIGURA 11) Detalle de la paquimeninge engrosada que produce la aureola típica de la hipotensión licuorral.
FIGURA 12) Detalle de la paquimeninge engrosada que produce la aureola típica de la hipotensión licuorral.
FIGURA 13) Detalle de la paquimeninge engrosada que produce la aureola típica de la hipotensión licuorral.
FIGURA 14) La caracteristica diferencial más importante con respecto a las aureolas neoplásicas se observa en la región frontal. La aureola producida por la paquimeninge engrosada se introduce por la cisura interhemisférica, en cambio en la infiltración neoplásica del díploe, no se aprecia este detalle, porque el hueso sigue recto.
Servicio de radiodiagnóstico.Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) Zaragoza.Spaiñ.
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