La osificación fisiológica de la hoz del cerebro, en la cisura interhemisférica frontal, es un hallazgo muy frecuente en las imágenes de Tomografía Computarizada craneoencefálica realizadas a personas mayores, por otros motivos. Es siempre un hallazgo incidental. Suele presentarse como una o varias imágenes hiperdensas, alargadas, de aspecto parecido al de una semilla de girasol, con un borde plano, el que contacta con la duramadre. Aunque se definen erróneamente como "calcificaciones de la hoz" no lo son. La osificación es una neoformación benigna, de etiología desconocida, que da lugar a un pequeño fragmento de hueso vivo en el que se distinguen: un núcleo central de hueso esponjoso contorneado por una lámina de hueso compacto cortical.
Se desconoce el mecanismo fisiológico que desencadena este proceso en una estructura anatómica, como la hoz del cerebro, que habitualmente no contiene tejido óseo. Parece ser que algunas de las células mesenquimatosas que forman las membranas de tejido conjuntivo de la hoz se convierten en osteoblastos que constituyen un núcleo de osificación alrededor del cual se va formando hueso. En una segunda fase la matriz ósea se calcificará formando los tabiques del hueso esponjoso. Posteriormente las lagunas óseas se irán rellenando de médula roja y tejido adiposo. Con la edad se produce la sustitución fisiológica de la médula roja por grasa que ocupa todo el fragmento osificado. Éste cúmulo anómalo de grasa será la causa de algunos errores diagnósticos. En las siguientes imágenes presentamos algunos casos demostrativos.
FIGURA 1) El descubrimiento de un foco de osificación de la hoz suele ser fortuito, y su aspecto es más llamativo cuando uno de los cortes de orientación sagital coincide exactamente con el centro de la osificación.