miércoles, 29 de enero de 2014

OSIFICACIÓN FISIOLÓGICA DE LA HOZ DEL CEREBRO: HALLAZGOS EN TOMOGRAFÍA POR RESONANCIA MAGNÉTICA (Falx Cerebri Ossification: MRI Findings) by luis mazas artasona. Enero 2014.

La osificación fisiológica de la hoz del cerebro, en la cisura interhemisférica frontal, es un hallazgo muy frecuente en las imágenes de Tomografía Computarizada craneoencefálica realizadas a personas mayores, por otros motivos. Es siempre un hallazgo incidental. Suele presentarse como una o varias imágenes hiperdensas, alargadas, de aspecto parecido al de una semilla de girasol, con un borde plano, el que contacta con la duramadre. Aunque se definen erróneamente como "calcificaciones de la hoz" no lo son. La osificación es una neoformación benigna, de etiología desconocida, que da lugar a un pequeño fragmento de hueso vivo en el que se distinguen: un núcleo central de hueso esponjoso contorneado por una lámina de hueso compacto cortical

Se desconoce el mecanismo fisiológico que desencadena este proceso en una estructura anatómica, como la hoz del cerebro, que habitualmente no contiene tejido óseo. Parece ser que algunas de las células mesenquimatosas que forman las membranas de tejido conjuntivo de la hoz se convierten en osteoblastos que  constituyen un núcleo de osificación alrededor del cual se va formando hueso. En una segunda fase la matriz ósea se calcificará formando los tabiques del hueso esponjoso. Posteriormente las lagunas óseas se irán rellenando de médula roja y tejido adiposo. Con la edad se produce la sustitución fisiológica de la médula roja por grasa que ocupa todo el fragmento osificado. Éste cúmulo anómalo de grasa será la causa de algunos errores diagnósticos. En las siguientes imágenes presentamos algunos casos demostrativos. 

FIGURA 1) El descubrimiento de un foco de osificación de la hoz suele ser fortuito, y su aspecto es más llamativo cuando uno de los cortes de orientación sagital coincide exactamente con el centro de la osificación.

viernes, 24 de enero de 2014

APLASTAMIENTOS VERTEBRALES: PAUTA DIAGNÓSTICA (Compression Fractures of the Vertebral Bodies: Diagnostic Guidelines) by luis mazas artasona. Enero 2014.

Las fracturas de los cuerpos vertebrales, denominadas "por compresión", son más frecuentes en las personas mayores porque con el avance de los años, se observa una pérdida de la masa ósea generalizada, lo cual se traduce por disminución del contenido mineral óseo, que les confiere la dureza característica, microfracturas trabeculares del hueso esponjoso de la vértebra y sustitución del tejido hematopoyético (médula roja) por tejido adiposo (médula grasa) (Figura 1).  Estos cambios se producen de manera gradual en todas las personas, especialmente en las mujeres a partir de la menopausia y, cuando son muy acentuados, producen un deterioro del tejido óseo que se conoce como osteoporosis.

La osteoporosis se caracteriza por un incremento de la fragilidad de los huesos, de forma que, pequeños traumatismos apenas conscientes como: dar un traspiés inesperado, un tropiezo bajando por las escaleras o pisar fuera del bordillo de la acera, etc, pueden provocar una fractura del cuerpo vertebral, que suele pasar desapercibida para la persona que la sufre. Este tipo de fracturas, por compresión, debidas a un mecanismo de anteflexión brusca, provocan un acuñamiento del cuerpo vertebral. El muro posterior de la vértebra no suele aplastarse y por eso su repercusión patológica es menor. Este tipo de fracturas son más frecuentes en la columna dorsal y en la lumbar.

Muchas veces se descubren vértebras acuñadas en una radiografía lateral de tórax realizada por otro motivo. Siempre surge la duda, si es una lesión reciente o antigua. La mayoría de las veces el propio paciente desconoce el problema y cuál fue la causa que lo produjo ¿Qué hacer en estos casos?


FIGURA 1) Representación figurada de una vértebra normal, (Izda) de morfología cuadrada, con médula hematopoyética. En el centro, la osteoporosis produce hundimiento cóncavo de los platillos por la presión de los discos. A la derecha, un pequeño traumatismo puede provocar acuñamiento del cuerpo vertebral, por microfracturas trabeculares.

domingo, 19 de enero de 2014

PESAS PALPEBRALES DE ORO EN LA PARÁLISIS FACIAL: HALLAZGOS EN TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (Gold Eyelid Implants in Facial Palsy: CT Findings) by luis mazas artasona. Enero 2014.

Seguimos con los problemas que nos depara la cirugía del área orbitaria. Los casos que presentamos corresponden a dos personas a las que no se les quiso realizar una exploración de TRM craneoencefálica porque ambas llevaban sendos implantes metálicos en el párpado. A veces los pacientes no saben explicar con claridad el tipo de intervención quirúrgica que les han realizado y no aportan el informe quirúrgico, así que algunos profesionales cuando oyen la palabra "metal" dicen que no se puede realizar el examen. Afortunadamente son los menos. Una de las intervenciones quirúrgicas que más proliferan actualmente, realizada para corregir las secuelas de una parálisis facial consiste en la colocación de pesas de oro intrapalpebrales.

En la apertura y cierre de los párpados influyen dos nervios distintos. Cuando nos acostamos, el nervio facial (VII Par craneal) se encarga del cierre de los párpados; en cambio, por la mañana, cuando abrimos los ojos para mirar la hora en el despertador, el nervio que se encarga de elevar los párpados superiores es el oculomotor común (III Par craneal). 

Una de las complicaciones más llamativas que se observa en la parálisis facial, de cualquier etiología, infeccciosa, tumoral o traumática, consiste en la imposibilidad para cerrar los párpados en el ojo afectado si la parálisis es unilateral, la más frecuente. Esta discapacidad se conoce, en la terminología médica, como lagoftalmos o lagoftalmia. Durante el día ambos ojos están abiertos porque predomina la acción del III par que eleva los párpados superiores pero, durante la noche, es el facial el que se impone, cerrando sólo el ojo cuyo nervio no está afectado (Figura 1). Si esta situación no se corrige de alguna manera la córnea queda al descubierto permanentemente, se reseca y pueden producirse úlceras corneales o queratitis difusa. 

Para evitar estas complicaciones, que podrían causar ceguera de ese ojo, los cirujanos oftalmológicos implantan una pesa de oro en el interior del párpado superior paralizado. Es una delgada placa, que no se observa a simple vista y tan sólo produce un pequeño relieve en el párpado. El oro es un metal muy denso y es el material elegido porque es más pesado que un implante de titanio o de acero y, por ese motivo, favorece el cierre del pápado superior por efecto de la gravedad, cuando la persona se acuesta a dormir. Hay que calcular el peso exacto (entre 1 y 1´5 gramos dependiendo de cada persona) que produzca un cierre palpebral por resbalamiento y  que no impida la apertura al despertar y abrir los ojos. El peso de la placa oscilan entre 0,6 gr y 1,4 gr.
Concluyendo, al ser un implante de oro, las pesas palpebrales no suponen ninguna contraindicación para realizar cualquier examen de TRM.

FIGURA1) Lagoftalmos izquierdo. Al cerrar los ojos, el izquierdo permanece completamente abierto, por la parálisis facial.

martes, 7 de enero de 2014

BANDA ESCLERAL DE SILICONA: HALLAZGOS EN TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (Silicone Bands to Repair Retinal Detachments: CT Findings) by luis mazas artasona. Enero 2014.

Hace un año recopilamos y publicamos en "El Baúl" una serie de imágenes con los implantes artificiales utilizados por los traumatólogos y los neurocirujanos en las intervenciones de la columna vertebral. El objetivo que se buscaba era familiarizar a los Técnicos y Radiólogos con la gran variedad de dispositivos biomédicos que se observan en las imágenes radiológicas. Desgraciadamente el listado no tiene fin, porque es frecuente encontrar prótesis artificiales en cualquier estructura anatómica. Y pueden inducirnos a errores diagnósticos si no las conocemos.

 En el área orbitaria ya hemos visto los implantes de cerámica que se colocan después de una enucleación del gobo ocular, pero hay otros muchos más, como las Bandas Esclerales de Silicona. En la Figura 1 se observan dos pequeños puntitos hiperdensos (167 UH) situados a ambos lados del globo ocular derecho. Si no sabemos de qué se trata es mejor no mencionarlos en el informe de una exploración de TC craneoencefálica, porque se pueden confundir con calcificaciones. En realidad corresponden a dos fragmentos de una banda escleral implantada para tratar un desprendimiento de retina.

FIGURA 1) Aspecto de una banda escleral de silicona rodeando el globo ocular derecho.