Muchas personas desconfían de las exploraciones radiológicas convencionales, que se realizan en los servicios de Diagnóstico por Imagen, porque han oído o han leído que esa radiación se acumula en su cuerpo para siempre y supone un riesgo para la salud. Es un error de concepto que no solo se divulga en Internet sino que también se escucha en boca de algunos médicos y profesionales sanitarios. Algunas personas, incluso siguen dietas que, supuestamente, ayudarían a eliminar las radiaciones del cuerpo. En este tema intentaremos aclarar estas dudas, dejando claro que los rayos X y otras radiaciones electromagnéticas atraviesan el cuerpo humano (en esa propiedad se basa el Radiodiagnóstico) pero no se acumulan. Son sus efectos los que son acumulativos, cuando se repiten las exploraciones con mucha frecuencia
El principio físico en el que se basan la mayoría de las modalidades de Diagnóstico por Imagen:Tomografía Computarizada, Radiología convencional, Mamografía, Densitometría ósea, Ortopantomografía e IRM son las ondas electromagnéticas. En cambio, la Ecografía, una modalidad muy utilizada en el diagnóstico médico se basa en ultrasonidos, ondas mecánicas completamente distintas a las electromagnéticas.
Desde el punto de vista físico una onda electromagnética está constituida por la oscilación de un campo eléctrico (responsable del calentamiento de los tejidos) y otro magnético, perpendiculares entre sí, que se desplazan de forma ondulatoria y sincrónica, por el vacío y cualquier medio, transportando energía pero no materia.
En el siglo XIX, James C Maxwell (1831-1879) publicó su Teoría de las Ondas Electromagnéticas donde expuso que el movimiento ondulatorio era el método de propagación característico de dichas ondas. Posteriormente, en el siglo XX, algunos científicos consideraron que la hipótesis propuesta por Maxwell no contemplaba, con exactitud, todas las características físicas de las citadas radiaciones. Max Planck creía que las ondas electromagnéticas se desplazaban en forma de pequeñas unidades energéticas que denominó “cuantos”. También Albert Einstein se sumó a la teoría cuántica al asegurar que una onda electromagnética se comporta físicamente como si estuviera formada por una sucesión de partículas. Por ese motivo, y al no haber acuerdo unánime entre los científicos, en algunos textos se hace referencia a los rayos X como ondas, siguiendo los postulados de la Física Clásica y, en otros, se habla de fotones, apelativo más acorde con los supuestos de la Física Cuántica.
FIGURA 1) Radiación solar. La Esfinge Monegrina al atardecer.
Desde el punto de vista físico una onda electromagnética está constituida por la oscilación de un campo eléctrico (responsable del calentamiento de los tejidos) y otro magnético, perpendiculares entre sí, que se desplazan de forma ondulatoria y sincrónica, por el vacío y cualquier medio, transportando energía pero no materia.
En el siglo XIX, James C Maxwell (1831-1879) publicó su Teoría de las Ondas Electromagnéticas donde expuso que el movimiento ondulatorio era el método de propagación característico de dichas ondas. Posteriormente, en el siglo XX, algunos científicos consideraron que la hipótesis propuesta por Maxwell no contemplaba, con exactitud, todas las características físicas de las citadas radiaciones. Max Planck creía que las ondas electromagnéticas se desplazaban en forma de pequeñas unidades energéticas que denominó “cuantos”. También Albert Einstein se sumó a la teoría cuántica al asegurar que una onda electromagnética se comporta físicamente como si estuviera formada por una sucesión de partículas. Por ese motivo, y al no haber acuerdo unánime entre los científicos, en algunos textos se hace referencia a los rayos X como ondas, siguiendo los postulados de la Física Clásica y, en otros, se habla de fotones, apelativo más acorde con los supuestos de la Física Cuántica.
FIGURA 1) Radiación solar. La Esfinge Monegrina al atardecer.
Key Words: X rays. Electromagnetic radiation. Electromagnetic Spectrum.