La utilización de sustancias de contraste farmacológicas es una pauta frecuente en muchas exploraciones de Tomografía Computarizada. Se recurre a ellos si los hallazgos detectados en una exploración de TC son dudosos o se pretende aumentar la sensibilidad (cuando se buscan metástasis). Estas sustancias son QUELATOS, es decir macromoléculas formadas por un ión metálico, en este caso el Yodo (I) y una molécula que lo envuelve (el ligando). La administración en forma de quelatos tiene como finalidad evitar la toxicidad del Yodo (I) libre.
Los agentes de contraste se inyectan en una vena superficial, en la flexura del codo, fluyen con la sangre por los vasos sanguíneos, difunden al compartimento intersticial y se distribuyen por todos los tejidos, excepto en el SNC donde no se extravasan, porque las paredes de los capilares sanguíneos están protegidas por un filtro selectivo denominado, Barrera Hematoencefálica. Esta barrera impide que algunas sustancias tóxicas puedan lesionar a las células nerviosas.
El contraste sólo se acumula en algunas neoplasias que están muy vascularizadas y desprovistas de esa barrera y por eso aparecen como focos hiperdensos, de distinta morfología (Figura 1). Si no fuera por este efecto realzador del contraste muchas lesiones pasarían desapercibidas en las exploraciones de Tomografía Computarizada.
Los agentes de contraste se inyectan en una vena superficial, en la flexura del codo, fluyen con la sangre por los vasos sanguíneos, difunden al compartimento intersticial y se distribuyen por todos los tejidos, excepto en el SNC donde no se extravasan, porque las paredes de los capilares sanguíneos están protegidas por un filtro selectivo denominado, Barrera Hematoencefálica. Esta barrera impide que algunas sustancias tóxicas puedan lesionar a las células nerviosas.
El contraste sólo se acumula en algunas neoplasias que están muy vascularizadas y desprovistas de esa barrera y por eso aparecen como focos hiperdensos, de distinta morfología (Figura 1). Si no fuera por este efecto realzador del contraste muchas lesiones pasarían desapercibidas en las exploraciones de Tomografía Computarizada.
FIGURA 1) En esta imagen, de TC craneoencefálica, se ha detectado una lesión redondeada, de tres cm, que apenas destaca sobre el parénquima circundante. Es más densa (un poco más blanca) que el tejido que la rodea porque contiene microcalcificaciones que le confieren esa tonalidad algo más clara.